Escribo la catarsis de mi esperanza,
dibujando en mi mente las razones
que me impulsaron a desear tomar tu mano,
a preferirte antes que a las razones vacias.
apoyada en el barandal de la escalera
esa sonrisa ilumina tu rostro
y su resplandor es más fuerte que mil estrellas
te escondes, justo al lado de tu ilusión,
sembrando rosas que segarán los niños,
que alimentarán letras de canciones.
Pero ligera mi alma sale a buscarte,
anhelante de tu sonrisa,
del calor de tus manos.
me embriago del eco de tu voz,
de tu mirada perdida hablando del tiempo,
de los abrazos que no volverán...
se aviva la herida del recuerdo de tus manos en las mías,
de las veces que las tomé furtivamente,
pero ya tus manos se marcharon para siempre.
besos de despedida,
abrazos de ayer...
desarmado quedo ante el perfume de tu sonrisa,
abre espacios en mi mente,
me inunda de ti, de quien eres, de quien deseo amar.
se arremolinan en mi cabeza
el perfume de tus besos
y bloquean mi pensamiento.
mientras llegan a mi los recuerdos,
tu piel en mis manos,
el susurro de tu voz,
tu pícara sonrisa,
tus gestos que me apasionan,
el latir de tu corazón.
gentil e inocente invoca un verso,
el verso habla del sol, de la Luna y el silencio,
del mar y de dos personas en la arena,
y el silencio del atardecer.
tu silencia separa el alma,
tus latidos se hacen eternos,
y tu corazón se vuelve a ti...
y así me pierdo pensando en ti,
y llega hasta mi razón el perfume dulce de tu piel
única y suficiente razón por la cual,
al abrazarte, no quiero separarme de ti.
cada vez más importantes para mi,
y me invaden tus gestos,
sensaciones y palpitares que engalanan,
tu ya de por sí milagroso cuerpo
y tu timbre se hace violento en mi cabeza,
arrebata la cordura que tanto dure en recuperar,
y tu voz me llena, me innunda,
me embriaga...
tu mirada se mezcla con el tiempo,
como si fuera un eterno guardián
de los besos con los que amaste.
no olvidan el perfume de tu piel,
se suicidan cantando canciones que hablan de ti,
de la brevedad de tus sonrisas
la aparición divina de tu piel cubierta de blanco.
Y explota en tu cuerpo la melodía
que corta la respiración de cualquiera
con tu sonrisa, que encienden el misterio.
Y me quedo amándote, deseando abrazarte,
mientras te pierdes lejos de mi.
de tu recuerdo, de tus ojos,
de tu dolor, de tu sonrisa,
una y mil veces más.
cada mirada, cada sonrisa,
cada movimiento de tus manos
me hechiza el latir de tu corazón,
cuando caminas, cuando respiras.
eres la aparición que cautiva mis sueños,
y eres la realidad que inunda mi mirada,
y eres la poesía que hace brillar los días oscuros.
prisionero me encuentro nuevamente
de la melodía silenciosa
que engalana tu mirada.
y termino dándome cuenta
que cada canción en mi boca habla de ti,
de la mujer que siempre soñé,
la mujer que jamás esperé conocer.
y trato de descifrar tu misterio,
mientras te amo cada vez más cuando que recuerdo,
el calor de tus manos,
el espacio que llenas en mis brazos,
tu piel en mis labios y el aroma de tu cuerpo.
y te quiero bella como el sol, como la Luna o las estrellas,
y así me enamoro más de ti cada día.
y tu silencio me grita razones,
lo trastorna todo
y mis razones para amarte,
me susurran de ti, de tus gestos,
de tu carácter y de todo lo que amo de ti
y me quedo en silencio,
esperando sentado, abrazado a mi amor,
a mi amor por ti...
es lo bueno y lo malo de ti,
es tu secreto, todo lo consume,
como fuego impetuoso consumiendo mi alma
a dejarme caer al vacío de tus secretos,
a aceptarte como eres, en medio de todo,
inocente, inconsciente y hermosa.
que al final, mi vida no es vida sin ti.
vuelves cada día, cada mañana,
tu sonrisa se cuela en mi mente
como se cuelan los rayos de sol en las mañanas.
que te renueves en cada espacio de mi mente,
en aquel lugar, donde todo habla de ti...
del sueño que alguna vez le confiaste,
del sueño del que habla el tiempo
que misericordioso aguarda en tus ojos.
porque tu eres mi sueño,
y la luna guarda mi sueño,
y el sueño del niño de ayer.
bañado por el viento del norte,
y el viento jugaba con sus cabellos,
y se llevó su figura ahogando un susurro de mi voz.
se extiende el silencio,
tu sombra viajera aparece,
me augura la sinfonía de tu cuerpo
y estallas tu,
y luego otra vez silencio.
tu sombra se escurre de mi memoria,
tu sonrisa, clara como el manantial en la mañana,
se aleja sutilmente.
no abrazarte, no sentirte,
y cada vez más lejos de ti
mi razón se confunde.
de donde salí para amarte,
y me hago polvo,
mientras se vacía tu recuerdo...
eres el buen nombre que pronuncian mis labios,
eres el pensamiento que acaricia mi alma,
en medio del tiempo, en medio de oscuridad.
eres todo en mi mundo,
eres el principio del tiempo,
eres la última gota de agua de lluvia en el verano.
y todo a tu alrededor se desvanece,
y las miradas te golpean
cuando estás desprevenida.
tus pasos rompen el silencio,
tu sonrisa desvanece las nubes,
tu voz hace callar a lo gilgueros.
tu corazón escribe sinfonías,
y tu sinfonía me conquista,
tu sinfonía también es mi verano...
me lo canta el viento,
lo veo en la Luna,
lo dibujan las estrellas.
es tu nombre, la dulce melodía que evoca tu sonrisa,
la sombra fresca en los veranos de mi alma.
tu nombre me lo canta el mundo.
te paseas por mi mente sin restricciones,
y entre más lejana estés más te anhela mi mente,
mas sienten tu ausencia mis ojo.
y mis razones esta vez callan,
las veo discutir, abriendo espacios en mi mente,
y te veo a ti, de espaldas frente al mar.
y recuerdo que te preferí desencadenada,
y recuerdo que te desee libre,
y aún tu silencio grita y mis razones discuten.
mis razones y tu silencio se pierden,
se disipan al oírte enfrentándote a todo,
al luchar en contra de la corriente.
y la persona que veo frente a mi es ideal,
es libre a pesar de todo,
y sabe amar como nadie más.
escriben tu nombre en mi cabeza,
dibujan tu silueta junto a la playa,
de pie frente al sol del atardecer.
de tu libertad, de fuerza, de tu firmeza,
y ya no está tu nombre ni estás tu,
solo está la playa, la noche y yo.
desplaza las tinieblas,
hace callar las voces contrarias,
te habla de tu bien y tu libertad
la adorna la brisa que acaricia tus cabellos,
grita bendiciones acompasadamente,
con el vaivén de tu caminar agraciado.
libre, hermosa, solidaria,
hoy tu suerte me da un motivo más,
hoy tu suerte me hace enamorar.